siervo de Dios Jerónimo Gracián

Investigación del carisma del carmelo descalzo

La causa última de la mundanidad espiritual

“Esta oscura mundanidad se manifiesta en muchas actitudes aparentemente opuestas, pero con la misma pretensión de «dominar el espacio de la Iglesia». En algunos hay un cuidado ostentoso de la liturgia, de la doctrina y del prestigio de la Iglesia, pero sin preocuparles que el Evangelio tenga una real inserción en el Pueblo fiel de Dios y en las necesidades concretas de la historia. Así, la vida de la Iglesia se convierte en una pieza de museo o en una posesión de pocos. […] En todos los casos, no lleva el sello de Cristo encarnado, crucificado y resucitado, se encierra en grupos elitistas, no sale realmente a buscar a los perdidos ni a las inmensas multitudes sedientas de Cristo. Ya no hay fervor evangélico, sino el disfrute espurio de una autocomplacencia egocéntrica” (EG 95) “Cultivamos nuestra imaginación sin límites y perdemos contacto con la realidad sufrida de nuestro pueblo fiel” (EG 96).

“También está la colonización de la mente, la “colonización ideológica”, cuando desde otras partes te ponen criterios que no son ni humanos, ni de tu patria y menos cristianos: eso es mundanidad. Vivir ingenuamente. Entonces, segundo peligro: la mundanidad” (VM, 27.10.2018).

Comentando al libro de los Macabeos: » este pueblo que había nacido, que había crecido en torno a la ley del Señor, el amor del Señor, a través de su líderes, trae nuevas instituciones, una nueva cultura que arrasa con todo, con todo: cultura, religión, derecho, todo. Todo es nuevo «. […] Aquí se trata precisamente de “defender la historia, defender la lealtad del pueblo, defender las tradiciones, las verdaderas tradiciones, las buenas tradiciones del pueblo, hay resistencia, alguna resistencia”. «se arranca la raíz del pueblo de Israel y entra esta raíz, calificada de perversa porque hará crecer en el pueblo de Dios estos nuevos hábitos paganos, mundanos, y lo hará crecer con fuerza, con dominio». Y “este es el camino de las colonizaciones culturales que terminan persiguiendo incluso a los creyentes”. […] el Evangelio es una novedad, Jesús es una novedad, él es la novedad de Dios». Por tanto, «es necesario discernir la novedad: ¿esta novedad es del Señor, viene del Espíritu Santo, viene de la raíz de Dios o esta novedad viene de una raíz perversa?» (MD 21.11.2017).

“Más aún, decir que «también nosotros seremos como todas las naciones» muestra que ellos «tenían un cierto complejo de inferioridad por no ser un pueblo normal. Y la tentación está ahí, es decir, sabemos qué debemos hacer, que el Señor esté tranquilo en su casa». En el fondo, ese era su pensamiento, que no se separa «del relato del primer pecado», o sea, de la tentación de seguir el propio camino y saber por sí solos cómo «conocer el bien y el mal» (MD 17.1.2014).

  En cambio, «las colonizaciones ideológicas y culturales sólo miran el presente, niegan el pasado y no miran el futuro: viven el momento, no el tiempo, y por eso no pueden prometernos nada». Y “con esa actitud de igualar a todos y anular lo diferente que cometen, cometen el feísimo pecado de blasfemia contra Dios creador”. Por eso, recordó Francisco, “cada vez que llega una colonización cultural e ideológica, pecamos contra Dios Creador porque queremos cambiar la creación como él lo hizo”.  Eleazar […] “pensó en los jóvenes, pensó en el futuro, pensó en el herencia de su propio testimonio, pensó que ese testimonio habría sido para los jóvenes una promesa de fecundidad y frente a la raíz perversa él mismo se convierte en raíz para dar vida a los demás». […] «Que este ejemplo nos ayude en momentos de confusión quizás ante las colonizaciones culturales y espirituales que se nos proponen»” (MD 21.11.2017)

 “La colonización de la mente, la “colonización ideológica”, cuando desde otras partes te ponen criterios que no son ni humanos, ni de tu patria y menos cristianos: eso es mundanidad. Vivir ingenuamente” (VM 27.10.2018).

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